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LEYENDAS MEXICANAS 

La Llorona

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo existió una mujer que, en un intento de vengarse del hombre que amaba, asesinó a sus hijos ahogándolos en un río. Inmediatamente después se arrepintió, y ante la culpa decidió suicidarse.

Desde entonces, vaga por las calles de distintas ciudades al caer la media noche (especialmente se aparece cerca de lugares donde hay agua), y repite sin cesar “¡Ay mis hijos!”. Por esto es conocida como “La Llorona”

Las raíces de esta mujer, y los motivos que la llevan a vengarse, varían de acuerdo con la versión. Así mismo hay quienes cuentan que se trata de una mujer que se aparece específicamente a hombres borrachos y a través del susto les castiga.

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La llorona
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El nagual

Desde la época prehispánica, varios de los dioses que han formado parte de la cultura mexicana han tenido la facultad de cambiar de la forma humana a la de algún animal. Está facultad se trasladó después a brujos, brujas y chamanes, quienes adquieren las habilidades del animal en el que se transforman y lo utilizan en favor de la comunidad.

Así pues, dice la leyenda que los nahuales se aparecen constantemente a las personas, especialmente a la media noche y tomando la forma de animales comunes.

Esta es una de las leyendas mexicanas en las que se nota la influencia del folclore prehispánico fundamentado en muchas creencias animistas según las cuales objetos y animales no humanos tienen facultades intelectuales propias de nuestra especie.

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La gruta de Xalapa

En la loma de Macuiltépetl, perteneciente a la ciudad de Xalapa, hay una cueva en la que se dice que una vez al año aparecen montañas de tesoros y de riquezas, visibles solo para gente en extrema necesidad. Un día, una madre que se había gastado todo su dinero en intentar curar a su bebé sin conseguir ningún resultado positivo, vio un reflejo dorado dentro de la cueva, y al entrar en ella, divisó grandes montañas de oro.

Como llevaba a su bebé en brazos, lo dejó sobre un montón de monedas y empezó a llenarse los bolsillos de riquezas, usando los dos brazos para poder cargar más y dejarlo en las alforjas de su mula, que esperaba afuera. Pero al volver a la cueva a buscar más oro y llevarlo a las alforjas, vio que tanto el tesoro como el bebé había desaparecido

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El Charro Negro

La leyenda cuenta que en las noches, junto a los caminos en los pueblos, suele aparecer un hombre vestido de charro montado sobre un bello caballo negro. Si se es amable con él y se le permite que te acompañe a tu casa, este te dejará en paz y continuará su camino.

Sin embargo, en una ocasión Adela, una joven despreocupada, se lo encontró mientras vagaba. Para aligerar el paso, le pedí al hombre que la subiera al caballo. Cuando se montó, el caballo cambió su tamaño y se prendió en llamas; el charro desveló su identidad: se enfrentan del diablo.

Al escuchar los gritos de la joven, los vecinos salieron pero no pudieron hacer nada y la vieron quemarse ante sus ojos. Ella ahora era propiedad del diablo, quien se llevó mientras ardía.

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El Callejón del Beso

Es conocido por todos, porque apenas mide 68 centímetros de ancho, por lo que los balcones de las casas están casi pegados. La leyenda de este lugar nace del amor prohibido de una pareja de enamorados, Carlos y Ana, quienes se citaban clandestinamente en uno de sus balcones, para demostrar su amor.

Un día, el padre de ella los descubrió y se opuso por completo a ese amor, al grado de matar, ahí mismo, al enamorado.  

Otra versión de la historia indica que la asesinada fue Doña Ana, quien murió después de que su padre le enterrara una daga por la espalda. Don Carlos, al ver la muerte inminente de su amada, besó su mano aún tibia, de ahí el nombre de este lugar.

Hoy en día, sé dados que las parejas que se den un beso en el tercer escalón, tienen garantizados 7 años de felicidad. Ritual obligado para las parejas que visitan Guanajuato.

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